Hoy voy a hablaros de la maravilla de fotografiar conectados al ordenador.
Sus ventajas son muchas, las enumero en el orden que me vayan viniendo.
1. Ves la imagen en una pantalla más grande, y si está calibrada, mejor aún.
2. Usando Capture One puedes gestionar las imágenes en el momento, además, si revelas la primera, puedes hacer que el resto entren con esos ajustes, por lo que ahorras tiempo y ves el resultado directo.
3. La modelo puede verse en la pantalla y corregir sus poses, pero además se sentirá más metida en la sesión, aportará más, y no tendrá que pedirte ver las fotos ni acercarse demasiado para ello. La distancia interpersonal es importante en según que tipo de fotografía.
4. Del mismo modo, el cliente puede ver el progreso de la sesión y tomar decisiones en el momento, si sale contento de la sesión, menos quejas pondrá después.
5. Si tu cámara usa USB-C es probable que se cargue mientras esté enchufada, por lo que nunca te quedarás sin batería. ¡Qué el ritmo no pare!
6. De igual forma, como las fotos pasan al ordenador, no gastarás tu tarjeta de memoria, es más, puedes hasta disparar sin ella aunque yo nunca lo hago y siempre mando las fotos a ambos sitios.
7. Como se importan según disparas, ahorrar mucho tiempo después, ya que no tienes que sacar tarjeta, meter tarjeta, mover archivos, importar archivos, renombrar archivos, etc. Todo eso te lo llevas hecho con el Tethering.
8. Queda y es muchísimo más profesional ese flujo de trabajo.
9. Si la sesión requiere de total y absoluta estabilidad, puedes manipular la cámara desde el ordenador usando Capture One para que no se mueva ni un milímetro al evitar tocarla.
10. No hay ninguna razón para no hacerlo, si te preocupa el cable, hay sistemas inalámbricos.
Seguro que encontráis muchas más razones, pero os pongo un ejemplo práctico.
Ayer hice una sesión con modelo y fue muy bien por todo lo que os he contado. Yo veía la exposición, el enfoque, el encuadre, cada detalle. La modelo se veía a ella, cambiaba poses, seleccionaba las que le gustaban, aportaba también al revelado. Pero sobre todo, nos entendíamos mucho mejor y era más sencillo llegar a lo que se pretendía.
Durante dicha sesión pude medir la exposición de la toma desde Capture, ver en mi pantalla calibrada la saturación, el contraste, el color. Y sobre todo, el enfoque, ya que incluso en 27″ la imagen completa parecía enfocada hasta que tr acercas y solo con un poco de zoom descubres que no, que para nada está a foco. Y eso es maravilloso, porque aunque igual has perdido la foto perfecta, al menos te das cuenta y puedes repetir en ese mismo momento.
Para mí tethering significa calidad, comodidad, control y rapidez. Acabas la sesión y ya puedes guardar la cámara, coger el ordenador y ponerte a revelar. Simple y sencillo. Y como durante la sesión has ido repasando las tomas y haciendo selecciones y/o anotaciones, no tienes que perder tiempo ahora, vas directo a las favoritas.
Puedes usar un portátil, un sobremesa, Apple o Windows, solo necesitas Capture One o cualquier otro programa que permita hacer tethering.
Puedes conectar la cámara con los cables naranjas de TetherTools, con el sistema inalámbrico de dicha marca o también con cualquier cable USB que sea lo suficientemente bueno y veloz.
Yo casi nunca disparo sin conectarme, básicamente porque me da una pereza enorme coger la SD, meterla en el lector, y gestionar unas fotos que podrían estar desde ese momento catalogadas.
¿Tú qué opinas?